Contigo aprendí a entregarme,
a sonreírle a la vida,
y los sueños de colores
se asomaron por la esquina.
Doradas luces de tarde,
creció en silencio la llama,
con perfume de las lilas
nos besamos con el alma.
Cuando abrimos el corazón
estallaron las auroras,
¡huracán intempestivos
cuando se juntan las bocas!
Nos sentimos renacer
acariciando universos,
¡nuestro cuerpo adormecido
resucitó con un beso!
Conquistador de caricias,
no necesitas palabras,
palpitar de los silencios,
¡cuando dices que me amas!
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